De la insatisfacción a la innovación

Cuando creamos algo nuevo, se suele crear dos veces; la primera vez cuando la pensamos y la segunda vez  cuando lo implementamos. Sin embargo para que se inicie este proceso, tiene que haber una motivación que sea la chispa que enciende la maquinaria.

Cuando se propone algún nuevo producto, mejora de un proceso u otro tipo de cambio en la empresa, lo primero que sucederá es una oposición a este cambio por parte de algunas o varias personas. Es algo normal y si el cambio merece la pena y va en línea con la estrategia de la empresa, es importante gestionar estas “fuerzas de oposición”, para ello es importante el liderazgo.  Un buen líder es capaz de transformar estas “energías” y canalizarlas para conseguir el objetivo que se plantea.

Aquellas empresas maduras (más de 20 años) que están acomodadas y que llevan tiempo sin innovar, deberán tener cuidado de no quedar desfasadas ante los cambios rápidos de los tiempos actuales, es por este motivo que hay que dejar atrás la autocomplacencia  y tener siempre una actitud de mejora.

Para hacer algo diferente lo primero es salir de la zona de confort y adentrarse en la zona de aprendizaje. Para ello hay que despertar el lado aventurero y que tu motivación por hacer algo nuevo sea superior al miedo u otras limitaciones propias. Otras veces hay algunos aspectos que se han vuelto tan incómodos y te provocan insatisfacción que en cierto modo te facilitan dejar atrás la zona de confort. Todo cambio es un proceso, por tanto requiere de tiempo y energía. Es más útil utilizar la sensación de insatisfacción como «chispa» para hacer algo nuevo, que quejarse y no hacer nada al respecto por mejorar.

Esto se puede aplicar en el mundo empresarial y a nivel personal. A nivel empresarial se puede ir a nuevos mercados y/o desarrollar nuevos productos, ya nivel personal puedes utilizar la insatisfacción en algún aspecto de tu vida como estímulo suficientemente intenso para que pongas nuevos objetivos en línea a tus intereses; cambio de vivienda, nuevas actividades, mejora de formación, etc

De la insatisfacción a la innovación se podría resumir como utilizar un sentimiento de incomodidad de una situación dada como estímulo para mejorar.