Las 4 claves y 9 hábitos para tener un cerebro creativo

 Escrito por Franc Ponti (Consultor y profesor de EADA)

Las cuatro claves son las siguientes:

– Las personas creativas rompen los patrones rígidos de su cerebro. Combinan conceptos, mezclan cosas aparentemente diferentes… Desarrollan hábitos de neuroplasticidad que les permiten crear nuevas conexiones neuronales. Ejercicio: ¿qué tienen en común un gato, un reloj y una galaxia?

– Los individuos creativos son tanto deliberados como espontáneos en su creatividad. Alternan estados de conciencia deliberados (“quiero ideas para esto”) como momentos espontáneos de ensoñación, relajación, intuición y visualización. Un excesivo dominio de uno de los dos estilos puede ser perjudicial. Ejercicio: ¿cómo crearías un país perfecto? Enumera diez acciones.

– La gente creativa, por tanto, alterna actitudes mentales (brainsets) deliberadas (razonar, evaluar) con otras más espontáneas (visualizar, conectar, absorber, transformar) y ello les permite fluir creativamente en armonía. Estar demasiado centrado en un estado mental impide salir de la zona de confort y lograr ser creativo en profundidad.
– Las personas creativas, de forma consciente o inconsciente, cuando desean ser creativas, preparan el terreno (recogen información, definen el problema, etc.), generan ideas sin juzgarlas, evalúan las mejores ideas y rechazan las menos adecuadas, elaboran la idea y la implementan.
 cerebro
Y algunos hábitos creativos interesantes:
1. Es importante ser curioso y acumular mucho conocimiento
2. Hay que estar en contacto permanente con trabajos creativos novedosos (arte, ciencia, empresa…) y crear conexiones con nuestra especialidad
3. Debemos aprender a apagar el censor que tenemos en nuestra mente y aceptar las cosas sin juzgarlas de entrada
4. Aprender a estar solo, en meditación, en recogimiento…
5. Disfrutar de la naturaleza, caminar por el bosque, disfrutar de la belleza que nos rodea.
6. Tomar nota de las cosas interesantes que vemos en una libreta o un grabador.
7. Aprender a crear conexiones entre conceptos diametralmente opuestos (pensamiento jánico).
8. Pasar tiempo con personas creativas, mezclar ideas, hibridar conceptos…
9. Hacer lo que nos gusta, perseguir nuestras utopías y pasiones.
Agradecimientos:
Muchas gracias Franc por dejarme replicar contenido de tu blog!!!

Escrito por Franc Ponti (Consultor y profesor de EADA)

El inconsciente para la solución de problemas y toma de decisiones

El cerebro es un gran desconocido, pero a medida que avanza el tiempo los científicos van aportando más luz sobre este órgano tan importante. Cabe destacar que hay muchos investigadores y estando en una fase tan preliminar, también hay una gran variedad de ideas, opiniones e hipótesis.

Lo que si se puede afirmar  es que tenemos una parte de pensamiento consciente y otra de inconsciente. La parte consciente nos permite pensar en el pasado (recordar), y pensar en el futuro (planificar o simular diferentes escenarios. Entonces, ¿ para qué sirve esta actividad inconsciente?  El psicólogo John Bargh, de la Universidad de Yale, opina que el inconsciente es vital para movernos en el día a día, y probablemente apareció antes que la consciencia como un mecanismo de supervivencia. La vida diaria tiene tantos estímulos y requiere tantas decisiones que enseguida nos veríamos abrumados si no tuviésemos un proceso automático (inconsciente) que se ocupara de este trabajo.

Como humanos que somos, nos gusta pensar que las decisiones que tomamos están bajo nuestro control consciente, pero resulta que el inconsciente también está involucrado en la toma de decisiones y en la resolución de problemas. Muchas compañías de marketing usan este efecto inconsciente para hacer deseable una bebida, postre o cualquier otro producto de consumo, despertando el inconsciente aunque nuestra percepción es de que hemos elegido conscientemente el producto.

En cuanto a la resolución de problemas… A quién no le ha pasado que después de darle muchas vueltas a un problema y no conseguir solucionarlo, lo deja por imposible, y un rato después, de repente encuentra la solución. Esta experiencia ha acompañado a grandes pensadores y científicos como Thomas A. Edison, Newton, Einstein, etc. Este «encendido de bombilla» se hace realidad debido al efecto de incubación, por el cual, dejo de pensar conscientemente sobre mi problema y aparece un fenómeno inconsciente de pensamiento, recombinación y procesado de datos que permite aflorar nuevas ideas. Es una experiencia de desbloqueo interno que permite comprender o percibir la estructura íntima de un problema o un conflicto. Según los neurocientíficos, está asociada con la inteligencia creativa, propia de artistas y genios.

Este efecto inconsciente está en el corazón de la inteligencia humana, así que a medida que se aporte más información y se consiga su entendimiento, influenciará de inmediato los campos de la psicología, la neurociencia cognitiva y sobretodo desde el punto de vista de la pedagogía. Si se cononicera mejor el complejo comportamiento del cerebro humano para resolver problemas se podría revolucionar la forma de enseñar, buscando estrategias más eficientes para la resolución de los mismo, aumentando sin duda la creatividad de los alumnos y mejorando su calidad de vida.