Ahora la información fluye

Estamos viviendo unos tiempos de cambio muy interesantes en el que la información fluye.

Las tecnología que tenemos en la actualidad es una herramienta muy útil que nos permite comunicarnos con cualquier persona del planeta. Sin duda, Internet es un reflejo de nuestro deseo de estar conectados. Históricamente el ser humano ha buscado medios para transmitir información y contenidos, inicialmente con el origen del lenguaje oral, después con la escritura en piedra, papiro u otros medios, y ahora disponemos de varias plataformas multimedia.

Siglos atrás la información estaba confinada en monasterios, y otros lugares de culto, accesibles solamente a unos pocos privilegiados. Con la aparición de la imprenta ésto cambió de forma radical y la información dejó de estar encerrada en las manos de unos pocos.

Con la revolución industrial generada a mitad del siglo XVIII se incrementó de forma considerable la capacidad productiva. Unos pocos podían producir lo que necesitaban la mayoría, optimizando esfuerzos, tiempos y recursos.  Esto trajo consigo la lucha por la igualdad de derechos sociales.  Ahora estamos inmersos en la revolución digital. La sociedad y las empresas están cambiando y seguirán cambiando mucho más. Todo tiempo de cambio trae consigo oportunidades y cada revolución produce un cambio social. Si en la revolución industrial se inició una lucha por los derechos sociales, ahora la lucha será por proteger la privacidad.

 

NEGOCIANDO CON SINERGIA

Nos pasamos la vida negociando, desde qué hacer el fin de semana con la pareja hasta proyectos millonarios con clientes.

En un mundo cada vez más interdependiente es importante cuidar la relación para conseguir un negocio sostenible en el tiempo. Es por ello que cuando negociamos algún asunto con la otra parte, por ejemplo un cliente, y además queremos seguir haciendo negocios con él, debemos asegurarnos que las dos (o más partes) involucradas estén satisfechas con la negociación. Hasta ahora, en la mayoría de casos se buscaba competir por «el mayor trozo de pastel» y en el mejor de los casos se llegaba a un consenso. Para ello es importante tener por una banda consideración por el otro así como también coraje para defender nuestros intereses.

Si nos movemos en un paradigma de ganar-ganar hay un principio muy importante: «O ganamos todos o no hay trato». Éste principio se basa en buscar terceras alternativas y para ello se necesita creatividad. ¿Os imagináis cuando estáis en un inicio de negociación importante y la parte contraria os hace la siguiente pregunta «¿Estarías dispuesto a buscar una solución que todavía no nos hemos planteado y en la que los dos salgamos beneficiados? Sin duda el estado anímico de lucha se disuelve y la negociación se vuelve más abierta y distendida. O al menos ya se ha dado un pequeño primer paso hacia el camino del acuerdo. En este aso no se trata de tú o yo, sino de un nosotros.

Depende del tipo de relación que se tenga, en un inicio puede aflorar una desconfianza. Esto es principalmente debido a dos malos hábitos; competitividad y el exceso de comparación.

«Remando hacia la misma dirección» se llega más lejos y el pastel a repartir puede ser más grande de lo que habíamos pensado. Cuando las dos partes confían y trabajan en buscar soluciones que favorezcan a los dos, se pasa a un área donde aparece la singergia. Es decir, los resultados son más elevados y constructivos.

Negociando con sinergia no es una técnica o una filosofía. Ganar-ganar se fundamenta en el carácter; integridad, madurez y mentalidad de abundancia.

La pregunta sería ¿Quien empieza a negociar buscando terceras alternativas? Normalmente el más inteligente.