La confianza es un dividendo

La clave de las relaciones efectivas tanto a nivel personal como profesional es la confianza. La confianza es la forma más elevada de motivación humana, gracias a ella la gente se puede desarrollar y las compañías evolucionar. Tanto en el mundo empresarial como en la vida cotidiana podemos experimentar lo importante que es la confianza.

Cuando se trabaja en equipo hay un ingrediente importante y es que se da y se recibe confianza. Sin confianza no hay equipo, como mucho habrá un grupo de trabajo, pero no en equipo. La confianza hace posible que se creen sinergias y por tanto, obtener mejores resultados. Construir lazos de confianza requiere tiempo y esfuerzo, además no se puede obligar a una persona a que confíe en otro miembro del equipo o de la compañía.  Ahora bien, la confianza es frágil y en caso de romperla, requerirá tiempo en reparar las relaciones.  El consultor y escritor Stephen Covey compara la confianza con una cuenta bancaria emocional, en la cual se hacen ingresos (cuando se comprende y escucha a la otra persona) o reintegros (como hacer promesas y luego no cumplirlas). Para más información sobre los hábitos relacionados con la interdependencia recomiendo la lectura del libro «Los siete hábitos de la gente altamente efectiva».

Por todo lo comentado, construir un equipo de trabajo efectivo requiere de un proceso laborioso. Se necesita gente con talento, competente, complementaria, con un objetivo común y confianza en ellos mismos y en el equipo.

Se podría decir que un ambiente de confianza en una compañía es un dividendo debido al valor que genera y que por el contrario un ambiente de trabajo con baja confianza es una tasa que resta competitividad.

 

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