El cambio de dirección de Intel

Intel fabricaba memorias a gran escala. A mediados de los 80 los fabricantes japoneses iniciaron una ofensiva reduciendo el precio de sus productos que competían directamente con Intel. Esta ofensiva fue exitosa ya que Intel perdió 173 millones de dólares en 1986.

En esta situación de gran dificultad el presidente Grove tuvo que cambiar la dirección de Intel de forma repentina. Para ello formuló la siguiente pregunta a Gordon Moore; » Si nos echaran y el consejo trae un nuevo presidente, ¿qué crees que hará? Moore respondió «El nuevo presidente sacaría a Intel del negocio de memorias». Esto fue lo que hizo Grove sin tener que esperar a que lo echaran.

De esta forma Intel aprovecho sus recursos hacia la fabricación de microprocesadores y debido a ese cambio repentino de timón hoy Intel es sinónimo de procesadores.

Se puede extraer de este suceso que cualquier actividad que tenga innovación y riesgo requiere de la flexibilidad para cambiar. En ocasiones es necesario hacer un  cambio de objetivos a largo y corto plazo por un cambio en el entorno y las personas que lideran las organizaciones deben de tener la capacidad para efectuarlo sin aferrarse al pasado.

De la insatisfacción a la innovación

Cuando creamos algo nuevo, se suele crear dos veces; la primera vez cuando la pensamos y la segunda vez  cuando lo implementamos. Sin embargo para que se inicie este proceso, tiene que haber una motivación que sea la chispa que enciende la maquinaria.

Cuando se propone algún nuevo producto, mejora de un proceso u otro tipo de cambio en la empresa, lo primero que sucederá es una oposición a este cambio por parte de algunas o varias personas. Es algo normal y si el cambio merece la pena y va en línea con la estrategia de la empresa, es importante gestionar estas “fuerzas de oposición”, para ello es importante el liderazgo.  Un buen líder es capaz de transformar estas “energías” y canalizarlas para conseguir el objetivo que se plantea.

Aquellas empresas maduras (más de 20 años) que están acomodadas y que llevan tiempo sin innovar, deberán tener cuidado de no quedar desfasadas ante los cambios rápidos de los tiempos actuales, es por este motivo que hay que dejar atrás la autocomplacencia  y tener siempre una actitud de mejora.

Para hacer algo diferente lo primero es salir de la zona de confort y adentrarse en la zona de aprendizaje. Para ello hay que despertar el lado aventurero y que tu motivación por hacer algo nuevo sea superior al miedo u otras limitaciones propias. Otras veces hay algunos aspectos que se han vuelto tan incómodos y te provocan insatisfacción que en cierto modo te facilitan dejar atrás la zona de confort. Todo cambio es un proceso, por tanto requiere de tiempo y energía. Es más útil utilizar la sensación de insatisfacción como «chispa» para hacer algo nuevo, que quejarse y no hacer nada al respecto por mejorar.

Esto se puede aplicar en el mundo empresarial y a nivel personal. A nivel empresarial se puede ir a nuevos mercados y/o desarrollar nuevos productos, ya nivel personal puedes utilizar la insatisfacción en algún aspecto de tu vida como estímulo suficientemente intenso para que pongas nuevos objetivos en línea a tus intereses; cambio de vivienda, nuevas actividades, mejora de formación, etc

De la insatisfacción a la innovación se podría resumir como utilizar un sentimiento de incomodidad de una situación dada como estímulo para mejorar.

 

El cambio de paradigma para Innovar

¿Alguna vez habéis planteado un cambio de mejora en vuestra empresa y os han dado un NO rotundo…? La mayoría de cambios suelen tener como respuesta una resistencia al propio cambio. Esa negativa al cambio puede estar condicionada por uno o varios factores; miedo a lo desconocido, previsión de dificultades, ya estamos bien como estamos, falta de ambición, etc.

Os aconsejo ver este divertido vídeo «Innovación el difícil cambio de paradigma» (2 min)

Este post se titula «El cambio de paradigma para innovar»… primero de todo ¿qué es un paradigma?. La palabra paradigma significa «ejemplo» o «modelo», es el modelo mental del funcionamiento de nuestro mundo, a efectos prácticos se podría decir que es la lente por la cual vemos la realidad. Para innovar se requiere pensar diferente y esto requiere un cambio de paradigma, si no hay cambio de paradigma es difícil innovar. El pensamiento divergente es una gran cualidad de los innovadores puesto que te permite dar diferentes  respuestas a una pregunta. La ciencia cada vez va obteniendo más información del funcionamiento de nuestro cerebro y sobre el pensamiento divergente hay dos puntos importantes a sintetizar:

1) Todos tenemos esta capacidad

2) En la mayoría se deteriora con el tiempo

Relacionado con este tema, os recomiendo otro vídeo interesante es el «Changing paradigms» de Ken Robinson (11min). Espero que esta información sea de vuestro interés.